Consejos paso a paso LXXXIII : Conservar el marisco fresco

Hoy os voy a comentar como hago yo para conservar el marisco. Hay veces que hacemos la compra del marisco no con la intención de utilizarlo el mismo día que lo compramos, sino para el día siguiente, por eso hay que tener precaución y utilizarlo lo antes posible, ya que el marisco es uno de los alimentos más perecederos y enseguida pierden su grado de frescura. Si el marisco que hemos adquirido es muy fresco lo podemos conservar dos días en casa perfectamente, no obstante sabremos si está fresco por su olor a mar, sin embargo si el olor que desprende es a amoniaco debemos desecharlo.

Como ya sabéis por otros consejos, utilizo muy a menudo las redecillas, la verdad es que son muy útiles. Pues bien, guardo cada uno de los mariscos en redecillas diferentes para no mezclarlos. Es una forma de que puedan respirar.

A excepción de los mejillones que al ser muy grandes los pongo en una redecilla distinta, la que se utiliza para los jamones serranos, y como véis en la foto está humedecida.

Una vez que he cerrado cada uno de ellos en una redecilla, éstas las introduzco juntas en otra redecilla de la de los jamones.

Después humedezco la tela o bien con la mano poco a poco, o bien debajo del chorro, cuidando de no empapar en exceso, aunque esto no tiene mayor problema porque lo vamos a poner dentro de un recipiente. A continuación lo guardamos en la nevera, sin tapar, no es necesario ponerle una tapa.

Recordad que los mejillones hay que guardarlos tal y como los compramos, si acaso podemos limpiarlos pero nunca quitaremos o arrancaremos el biso, unos hilos que sobresalen de un extremo y que le sirven para sujetarse a la roca o a la batea, ya que esto es lo que le va a segur manteniendo vivo, siempre se quitará en el ultimo momento.