No es difícil limpiar calamares, pero aquí os dejo este consejo para aquellas personas que no sepan hacerlo y también para aquellas personas que quizás vean esta forma de limpiarlos más rápida, más fácil.
Primero hay que introducir los dedos por dentro del calamar, e iremos separando las vísceras de las paredes del calamar, así como la pluma, que para entendernos mejor, es como si fuera la columna vertebral. A continuación solo tendremos que tirar con cuidado de la cabeza para sacarlas enteras.
A continuación, como podéis ver en la foto, separamos las aletas del cuerpo, apenas un poco, quitamos la piel de la punta del calamar primero, sujetamos por aquí, y tirando hacia abajo con ayuda de las aletas saldrá la piel entera.
Lavamos el calamar por fuera. Damos la vuelta al calamar introduciendo la punta hacia dentro, como se ve en la foto, y a continuación lavamos bien, quitando los restos que hayan podido quedar.
Lo siguiente son las aletas, hay dos, la parte de la piel la ponemos hacia abajo, y desde el centro (justo en la unión que había con el calamar) tiramos hacia afuera, hacemos lo mismo con la otra mitad y las lavamos.
Por último quedan la cabeza y los tentáculos. Con las tijeras cortamos justo por encima de los ojos hacia los tentáculos. Entre ellos está la boca, simplemente haciendo una ligera presión en los lados sale sin problemas y lavamos bajo el chorro. Si los calamares son muy grandes podemos limpiar los tentáculos de su piel, pero no es necesario.
No olvidar que en el interior del calamar está la tinta, como podemos ver en la foto. Hay que quitarla con cuidado y las podemos utilizar para hacer el arroz negro, calamares en su tinta, o para cualquier otra receta que lo requiera.
Y una vez limpios los podemos utilizar enteros, para rellenarlos, o cortarlos como queramos, según para qué receta sea, en aros, trozos, tiras, etc.