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Un tartar fuera de serie. Carne de Canguro

El concepto exótico siempre es un reclamo comercial, ya que una cosa puede ser vendida por su contrastada calidad o por el desconocimiento del producto que tienen las masas.

¿Qué queda mejor?  ¿Vender un steak tartar  que todos conocemos o darle una vuelta de tuerca y ofrecer un tartar de canguro?

Pues habrá a quién le cause recelo comerse el bonito animalito, pero habrá que solo por decir que lo ha probado es capaz de decir que es buenísimo, total, muy posiblemente sus familiares y amigos no se lo podrán discutir nunca.

Hace unos años irrumpió con cierta fuerza la carne de avestruz.  Esta fue cayendo en el olvido una vez clientes y cocineros vimos que era una carne tremendamente seca e insulsa.  Sin acompañarla de una buena salsa de carne (con los recortes no salía nada) era «incomible» e invendible como solomillo, por lo que al final se llegó a la conclusión de que no tenía sentido vender un solomillo de avestruz si éste no tenía ni el mismo sabor ni las mismas cualidades que cualquier solomillo de ternera por mediocre que fuera.  Sobrevivió por exótica, pero terminó por vulgarizarse.

Y ahora me encuentro con un producto realmente sorprendente y no solo porque venga de Australia, si no porque su textura es increíble, superando todas mis expectativas y escepticismo ante la nulidad de grasas infiltradas. ¡Es que no tiene ni una fibra! Es una carne totalmente uniforme, se corta como si fuera un taco de atún, es una carne fantástica para hacer un tartar, pero en este caso, para diferenciarlo de un steak tartar es conveniente no aderezarlo con yema de huevo, si no adulteraríamos la untuosidad de la propia carne; sinceramente no lo necesita.

Por fin el producto aportó algo más a nivel gastronómico que una procedencia desconocida para el gran público, estoy convencido que los que probaron el tartar quedaron muy satisfechos; dudo que vuelvan a probar en mucho tiempo un tartar de tan alta calidad.

Y para los que no les gustó, por lo menos agradecerles que no se cerraran la puerta a degustar una tapa poco común por el hecho de ser una carne desconocida y por la simpatía que nos genera el canguro.

Para los interesados en la carne no les recomendaré ningún proveedor, eso si, espero que me cuenten que tal sabe la carne marcada a la plancha.

¡Buena suerte y no dudéis en probar el canguro!

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