Los peladores son unos grandes aliados en nuestra tarea diaria en la cocina, son una herramienta específica muy precisa, que realizan una función muy que difícilmente podemos igualar con otro cuchillo, inclusive una puntilla. Son muy precisos y nos permiten reducir considerablemente las mermas, y a su vez nos permiten realizar el mismo trabajo en un tiempo inferior.
En ocasiones se tiende a menospreciar esta herramienta, utilizando en su contra los cuchillos de office; lo que puede ser una buena alternativa pero no el procedimiento recomendable como proceso habitual.
El clásico pelador tiene una forma similar al de una puntilla, con una hoja ovalada fina en la que se encuentran las hendiduras que realizan el ligero corte que pela las hortalizas. En mi opinión este «primitivo» modelo de pelador es útil para repasar las verduras que pelamos con una máquina semi-industrial de pelado (como por ejemplo una peladora eléctrica), pero es lento e incómodo como utensilio principal de pelado.
Hace unos años salieron al mercado unos revolucionarios peladores en forma de tirachinas, que permiten que la hoja sea más ámplia que en sus predecesores, e incluso algunos permiten una libertad de movimientos mucho mayor. Son muy recomendables para el pelado de pequeñas cantidades de manzanas y cualquier tipo de hortalizas.
Y si un pelador es realmente efectivo y sustituye muchísimas manos, en nuestra cocina o pastelería, es el pelador/cortador de manzanas. Es una máquina pequeña, móbil, económica y fácil de usar; es una herramienta que no debe faltar en ningún obrador.
A modo de pequeño consejo : se le puede retirar la cuchilla que corta las manzanas a la vez que las descorazona y las pela. Podemos realizar tatins, o bien gajos usando también este pelador.
Y a nivel semi-industrial existen dos máquinas de pelar muy útiles, la peladora de patatas y la robito vaina.
La peladora de patatas funciona mediante la fricción de las mismas con las paredes del habitáculo, que realiza un constante giro a la vez que sale un ligero chorrito de agua que elimina las pieles. El cocinero solamente debe introducir las patatas en el habitáculo, encender el agua, y decidir el momento de abrir la compuerta de salida de las patatas. Nos facilita muchísimo la tarea en cocinas de gran envergadura y por que no, en algunos restaurantes de mediana capacidad en la que se trabaje mucho con patatas. Cierto es que la merma de las patatas es muy superior al pelado manual, pero se rentabiliza dicha pérdida con el ahorro en mano de obra.
Por su parte la robitovaina es una máquina pequeña que nos permite el pelado de todo tipo de vainas, ya sean guisantes e incluso habas. Su mecanismo es sencillo pero realmente útil, ya que unas cintas conducen de forma horizontal la vaina hacia una cuchilla que abre las vainas. La propia cinta ejerce presión sobre las legumbres y las expulsa por una salida opuesta a la de las vainas desgranadas.
La máquina ocupa menos de 20 cm, no llega a pesar ni medio kilo, por lo que es un utensilio realmente útil para el hogar y pequeños restaurantes.
Y bien, tras este análisis situacional de estos utensilios peladores, solo me cabe decir que utilicen cada herramienta específica para cada ingrediente siempre que sea posible. Una correcta manipulación de los productos ayudará a realizar un buen trabajo en la cocina. Un buen utillaje es siempre una ayuda.
Otras entregas han sido:
3 respuestas a «El utillaje dentro de una cocina (IV) :: Los peladores»
Hola me pueden dar referencia de donde comprar el pelador/cortador de
manzanas, hago postres y deseo mejorar mi nivel de proceso pues lo hago en forma manual. Gracias
Hola ricardo necesitaria que me dijeras donde resides para poderte recomendar un proveedor.
Muchas gracias por tu participación
quisiera saber donde comprar el robito vaina y también el precio aproximado.Que quede cerca de Girona o de Barcelona.Muchas gracias